26 de enero 1813 – 15 de julio de 1876
Padre de la Patria.
Fundador de la sociedad secreta la Trinitaria en el año 1838.
Concurren en Juan Pablo Duarte virtudes y ejecutorias que lo hacen, sin lugar a dudas, la figura más señera de nuestra historia.
Como político, como hombre público y privado, su conducta es casi impoluta, no registrándose, en toda nuestra accidentada historia, ningún otro caso para establecer parangón en ese aspecto.
Juan Pablo Duarte tenía mucha habilidad política. La mostró con la organización de La Trinitaria el 16 de julio de 1838. La Trinitaria sería el embrión del movimiento que más tarde produciría la separación de Haití, y la Fundación de la República Dominicana.
Participó al lado de los haitianos revolucionarios que derrocaron a Boyer en 1843. Sin embargo, Duarte buscaba algo más que derrocar a Boyer: quería la independencia dominicana, y por ese ideal siguió luchando.
El gobierno haitiano se enteró de las intenciones de Duarte y comenzaron a perseguirlo. Entonces Duarte tuvo que irse del país el 2 de agosto de 1843 hacia Venezuela, acompañado de Pedro Alejandrino Pina y Juan Isidro Pérez.
A partir de ese momento las tareas de dirección de la lucha quedarán confiadas a Francisco del Rosario Sánchez y José Joaquín Puello, secundados por Mella y los demás trinitarios.
Mientras pasaban los meses, la idea de la independencia dominicana seguía creciendo. El 27 de febrero de 1844 los seguidores de Duarte declararon la independencia del país.
El 2 de marzo la Junta Central Gubernativa comisiona a Juan Alejandro Acosta para ir en busca de Duarte, Pina y Pérez que estaban en Curazao. Cuando llegó lo recibieron como héroe nacional. De inmediato lo nombraron General del Ejército.
Después que se logró la independencia, algunos dominicanos con poco amor por la patria enfrentaron a Duarte. El día 15 de marzo hace su arribo y recibe un apoteósico recibimiento.
El Arzobispo Portes lo recibe con estas palabras:
“¡Salve, Padre de la Patria!”
Poco tiempo después Duarte y algunos de sus seguidores fueron expulsados del país por Pedro Santana.
En 1861, Pedro Santana anexó la República Dominicana a España. En 1864 Duarte volvió de sorpresa y luchó al lado de los que enfrentaron a Pedro Santana para lograr la nueva independencia. Estos revolucionarios enviaron a Duarte a buscar apoyo de la Restauración en países de América del Sur. Al final se quedó a vivir en Venezuela. Allá enfermó, lejos de la patria que ayudó a nacer. Murió decepcionado y triste el 15 de julio de 1876 en Venezuela.